sábado, 8 de agosto de 2009

4+2 = 6 pero 6 = (casi cualquier cosa) + (casi cualquier cosa distinta a la primera)

Muchas veces y en distintos maneras he sabido que la TV tiene efectos adversos en personas que tienen muchos años mirándola, sobre todo si se trata de programas de contenidos altamente inductivos, es decir, que sólo inducen la atención del televidente hacia formas y estructuras de pensamiento preestablecidas, repetitivas y por lo tanto inmediatamente predecibles. Otros programas de contenidos poco provechosos son los que sólo producen placer (instantáneo) con estímulos visuales y auditivos. En cualquiera de los casos, el cerebro sólo responde a estímulos y la actividad cerebral es ve minimizada por la falta de retos. Si decimos que esos programas que ya mencioné contienen retos, aunque sean pequeños, estaríamos siendo exageradamente optimistas.

No faltará el que piense que yo quiero que todas las personas vean programas exclusivamente de ciencia, culturales, documentales, etc. O que lean la Scientific American, American Journal of Physics o cosas por el estilo. Eso ya depende de cada persona, además la TV no es la única forma de divertirse. Existen unas cosas que se llaman libros, sí, yo los he visto una que otra vez en unos edificios grandes llamados bibliotecas. Otros son como los discos, los puedes comprar en tiendas. En su parecido con los discos hay dos cosas que no me gustan; primero, que casi todos son caros; segundo, muchos sólo se vender por moda y no son tan buenos. También hay otras cosas como las películas, ya sean comerciales (algunas muy buenas) o de arte (normalmente todas buenas), deportes, revistas, periódicos, radio, etc.

No ejercitar nuestro procesador Lentium o Chorrel-Duo tiene consecuencias análogas a las experimentadas en los músculos de una persona que no hace ejercicio. El sedentarismo mental aumentan las probabilidades de padecer enfermedades como el Alzheimer u otra enfermedad mental que atenta contra la dignidad de un anciano en esas condiciones.

Sin intensiones de dar consejos, en una platica cualquiera, yo comentaba lo del primer párrafo a una persona. Me escuchó atenta, no se enojó, pero no le agradó lo que dije; por lo que inmediatamente respondió:

Eso que dices no es cierto, yo conozco a una persona que no tuvo contacto con la TV y se enfermó de eso, mientras que mi abuela que pasaba las tardes frente a la TV no se enfermó de eso

Cortésmente se fue ver su telenovela y yo ya no quise redundar en el tema. En algunos casos como este me repito "A veces hay guerras que no deben emprenderse ni territorios que deban defenderse, ganaría poco y podría perder mucho". Sin embargo me quedé analizando la conversación:

La persona entendió el mensaje como: “Todas las personas que ven TV padecerán Alzheimer” mientras yo me esmeré en explicar que “Si una persona ve ciertos programas de TV durante muchos años, aumentan las probabilidades de padecer Alzheimer”

No es la primera vez que recibo magistrales refutaciones a mis afirmaciones. Lo curioso es que siempre son de la misma naturaleza. Si yo digo “4+2 = 6“ no espero obtener una Premio Nobel o una Medalla Fields, lo que realmente espero es que no me responda cosas como “…nche David, eso no es cierto porque también 3+3=6”, y acto seguido yo tenga que armarme de paciencia (otras veces poner seguro a mi arma) y decir “yo no afirmé eso”

Pórtense bien.

David.

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