martes, 5 de mayo de 2009

¿Quién es tu mejor amigo?

Yo no quiero ser tu mejor amigo.

Cuando tenía 8 años y disfrutaba de mis vacaciones de verano antes de empezar el 3er grado de primaria, empecé a tener una lección que nunca olvidaría.

A escasos 100 metros de mi casa vivía un niño llamada Juan Miguel. Nos conocíamos desde hace 2 años cuando iniciamos la primaria. Nos llevamos muy bien desde un principio y cuando se mudó cerca de mi casa nos hicimos más amigos. Jugábamos casi todos los días del verano, a veces comía en mi casa o yo en la suya. Platicábamos de nuestras novias platónicas y trazábamos estrategias para conquistarlas. Nadie tuvo éxito pero aprendí trabajar en equipo, compartir secretos y todas esas cosas que la amistad da. Recuerdo que mi amigo sufría de una enfermedad llamada tosferina. Sus crisis de tos eran un sufrimiento para él, sucedía a cada rato y tenia que cuidarse mucho de no pescar un resfriado. Recuerdo que cuando teníamos sed, yo tomaba agua a temperatura natural y él tenia que calentar la suya para no empeorar su enfermedad. Cuando tosía expelía flemas y eso me daba mucho asco. A todo mundo le hacia gracias que por un lado él tosía y por otro yo escupía del asco. A pesar de eso éramos inseparables. Éramos como hermanos.

Terminaron las vacaciones y el primer día de clases empezó con normalidad, algunos niños ya no estaban y nuestra atención se centraba en los niños nuevos. Esa vez hubo 2, una niña que se convirtió en mi primer amor y un niño llamado Guillermo que se unió a Juan Miguel y a mí para ser como los 3 mosqueteros. Ahora los 3 éramos los mejores amigos. Al final de esa primera semana la maestra nos dejó de tarea describir todo lo que habíamos hecho en vacaciones. El objetivo era que el lunes empezáramos con una presentación personal, es decir, mencionar nuestro nombre, edad, gustos, nuestro mejor amigo y otras cosas para después empezar con el relato.

Mi amigo Juan Miguel fue el primero en pasar de los 3. Cuando llegó la hora de mencionar a su mejor amigo yo no me esperaba sorpresas. Nombró a Memo y a mi no. Yo en cambio en mi lista tenía a ambos. No le di importancia, a veces los niños no nos tomamos las cosas muy a pecho. Pero esta fue la excepción. Primero sentí tristeza, después enojo porque un amigo entrañable me había ignorado.

Después decidí no tener mejores amigos. No sé de donde rayos viene esa costumbre pero a mi no me gusta. Implica crear jerarquías entre mis amistades. Amigos de 1ª. 2ª y 3ª clase. Los de 2ª y 3ª clase resultan heridos. Yo mismo no soy el mejor amigo de nadie ni quiero serlo. No me lo merezco, porque a veces fallo y otras simplemente prefiero la soledad. Sólo soy amigo o no lo soy. De mi padre y mi madre no puedo saber a quien quiero mas, no puedo elegir, a ambos los quiero.

Además he notado que muchas personas tienen la costumbre de colgar a otros el título de mejor amigo con la intención de manipularles. Ese es un buen chantaje para que la persona no se niegue a cooperar. Otros lo hacen con buena intención, en fin, en todo caso no cuenten conmigo para eso.


Yo sólo sé ser amigo.
Pórtense bien.

24 comentarios:

Rosigerante dijo...

Exacto, ¿para que hablar de "mejores" amigos? Eso supone que uno tiene entonces "peores" amigos. Por eso es mejor decir que Lalito o Pablito es mi amigo, mi amigo y ya.

Bueno, pero entonces qué, ¿no quieres tener amigos?

Marion Cobretti dijo...

Hola Risogerante:
Claro que me gustar tener amigos, y me gustaria tener mas pero amigos de verdad, de eso que no ponen jerarquias.
Una parte dice: "Sólo soy amigo o no lo soy"

Rosigerante dijo...

Jajajaja, claro, te estaba ofreciendo mi amistad ;)

Corrección: Rosigerante (¿o fue a propósito?).

Marion Cobretti dijo...

A pues no se diga mas, amistad aceptada!!! Y también una disculpa por meter la pata al escribir tu nombre. Ahora si, ahi va, 1, 2, 3....R-o-s-i-g-e-r-a-n-t-e, Rosigerante, jejeje
Saludos

Rosigerante dijo...

Güiii, sale. Saludos.

Aldo dijo...

Jajajaja. Está duro eso de tener (o no tener) "mejores" amigos. Yo no sé... no tengo una definición... ora sí que definida :P, de "amigo". Nomás con que me aclaren, ja.

Es gacho eso de cuando "prefieren" a otro amigo y no a uno. Otra cosa que es gacha es como cuando pasa algo tipo Milhouse-Bart, cuando todos sabían de la fiesta de Milhouse, menos Bart. Terrible.

Marion Cobretti dijo...

jajaja Ah que Aldo, es verdad,, no hay anda como aclarar las cosas. Dejémos los grados para las Ed. Diferenciales, los polinomios, metalenguajes, etc, etc, jejeje
Gracias por tu comentario,,Por cierto, recuerdame escribir algo de los Simpson.
Pórtate bien.

Alan Elías dijo...

Hola, Marion. Este es un post que hace recordar la infancia y las actitudes hacia los amigos. Yo sí recuerdo haber sido mucho de “mejores amigos”, pero sólo hasta ahora me pongo a reflexionar que la mayoría de mis “mejores amigos”, sobre todo en tiempos de kínder y primaria lo fueron por temporadas.

Tienes razón, el hablar de “mejores amigos” suele traer incluso a la mente de los niños todo un juego de jerarquías y lealtades que a veces puede llegar a ser frustrante. El rechazo y el descenso del top list están a la orden del día. Con el tiempo las amistades pueden fortalecerse o de plano después de muchos años uno puede preguntarse cuando ve a alguien que fue su mejor amigo de la infancia (o por lo menos de temporada, jaja): “¿por qué me llevaba con esta persona? ¿por qué?”, y reírse o simplemente sorprenderse de uno mismo.

Por supuesto, hay gente que encontró mejores amigos en la infancia que lo siguen siendo a lo largo de la vida (o por lo menos hasta ahora), también tengo amigos así. Hay también amigos que llegan para quedarse, precisamente creo que son aquellos con los que nuestro comportamiento es el más natural y con los que la amistad fluye casi sin que nos demos cuenta. (A menos que desarrollemos codependencia, ¿alguien recuerda a Marcie y Peppermint Patty, de Charlie Brown?). La amistad de Milhouse y Bart es un típico ejemplo de los mejores amigos de primaria, con todo y sus altibajos. No le quedó a Bart más remedio que perdonar al otro.

Por cierto, ese Risogerante fue muy divertido. Considéralo como una posibilidad para etiquetar entradas chuscas en tu blog, Rosigerante.

Marion Cobretti dijo...

Alan, gracias por tu comentario. Esto de poner jerarquías por desgracia no se restringe a la amistad. A veces la gente pregunta "¿A quien quieres mas, a tu papá o a tu mama?" o bien "¿A cuál de tus hermanos quieres más?" Primero entraba en conflicto pero después entendí que algunas preguntas de ese estilo carecen de sentido.

Sabes, no es Risogerante, sino Rosigerante. Además es mujer, no hombre. Ya me regañó por meter la pata dos veces, (jijiji). En lo que si no hay duda es que se trata de una chica muy interesante y guapa.

Alan Elías dijo...

Electivamente, Marion, las categorías y los rankings no se restringen a la amistad, sino a todo lo que el ser humano cree ser capaz de cuantificar y comparar en cualquier modo, por más efectivo o disparatado que esto sea: ">", "<" , "=". El "≠" podría ser más sensato y prudente para determinar el resultado de una comparación entre nuestras relaciones afectivas (en caso de que alguien quisiera hacerlo).

Ah, por lo de Rosigerante no te preocupes, lo sé muy bien. Llevamos ya algún tiempo de conocernos por blogger. Sólo comentaba que fue gracioso llamarla del otro modo.

Rosigerante dijo...

Su plática me dio para una entrada...

***

Sí, pensandolo bien, ése Risogerante fue chusco y me gusta mucho más que "refrigerante" (como un conocido dice que le suena mi sobrenombre).

¡Gracias por los comentarios Marion!

Saludos.

Marion Cobretti dijo...

A mi me gusta mas Rosigerante. Rosigerante me suena a "rosa generadora de aromatizante"

En cambio Refrigerante me suena a "comestible", algo asi como "algo detestinado para un refrigerio". Ahora que si lo cambiamos por "Congelante" la cosa cambia.

Saludos guapa.

Marion Cobretti dijo...

Alan:
Me quedé pensando es eso de los signos ">", "<" , "=". y que el "≠" podría ser más sensato y prudente.
De lo que si estoy seguro es que los ">", "<" o sus variaciones "≥", "≤" tienen que ver con jerarquías.
Pienso que el "≠" que según yo significa tanto "desigual" como "diferente" (la lógica matemática no es sencilla para mi) no tiene que ver con jerarquía pero si con comparación, lo cual tampoco me convence.

En su defecto, me convence más el concepto de semejanza " ~ " (Ver Wikipedia)) ya que la semejanza es un forma de comparación menos estricto, en dónde lo que importa solo es la forma u algunas características de algo, para poder clasificarlo dentro (o fuera) de un categoría.

Espero que no se me haya pasado la mano, a veces me sale lo matemático. Si Super Aldo viene por aqui, seguro que me ayudará a esclarecer esto.

Saludos.

Alan Elías dijo...

No te preocupes, Marion. Siempre es interesante profundizar en lo que se dice. Sí, desde el principio abordé el tema de los mejores amigos desde una perspectiva de comparación, pero nunca dije que esa era la forma apropiada o la que yo prefería para verla. Más bien fue un: “Si la amistad fuera de este modo…”. En ningún momento intenté convencer que esa era la manera apropiada de ver la amistad. Yo mismo dudo de esa manera de ver las cosas y entiendo perfectamente que no te convence, aunque el propósito no fue convencer.

Lo único que yo propuse fue: que el “sistema de signos” sería coherente si la amistad fuera mesurable. No me consta que así lo sea.

Por otro lado, creo que no se puede llamar estricta o relajada a una comparación, sino más bien a los estándares que intervienen en la misma. Los estándares provienen de quien efectúa la comparación. Por lo tanto, lo estricto o relajado de la comparación no es inherente a ella misma, sino a quien la efectúa, pues la comparación es sólo un acto. De modo que en este caso quien convence o hace dudar no sería la comparación, sino los criterios de quien la emplea.

Partiendo de lo que dices, no es que a ti te convenza o no te convenza la comparación, sino la rigurosidad de la misma, por lo que hasta cierto punto apruebas la comparación. Tú mismo dices que la semejanza es una comparación menos estricta, pero al fin y al cabo, comparación.

Ahora, vayamos a los conceptos. Como tú lo has dicho: la semejanza implica una comparación, pues no se puede decir que algo es semejante a otra cosa si éstas no se comparan.

En el fondo, no parece que estés tan en desacuerdo con el “sistema de signos”, pues ¿no es cierto que toda similitud entraña una diferencia? De otro modo, pasaríamos a hablar de una igualdad o de una identidad. En todo caso, si queremos ser precisos:

1.9999999999999999999 ≈ 2, pero aun así, 1.9999999999999999999 ≠ 2

Por lo tanto, el sistema no falla por pasar a hablar de desigualdad o diferencia a similitud.

Lo único que indico con el ≠ al llamarlo un resultado más sensato y prudente en la comparación entre amigos es el poder decir: A y B son mis amigos, la amistad de A es diferente a la de B. El que sean diferentes no implica que no puedan ser semejantes.

Rosigerante dijo...

Estoy pensando seriamente en hacer una encuesta sobre Y a usted, ¿a qué le suena 'Rosigerante'? Todos dicen cosas diferentes y muy divertidas.

La verdad es que es un sobrenombre que Cecilia (mi "mejor amiga", jaja) me puso hace un tiempo. Según ella porque soy muy agresiva [beligerante], sobretodo cuando discuto mis ideas (discuto, no peleo, eh).

Y sí, señoras y señores, ése fue el dato cultural del día.

***
Tienen ustedes una manera de hablar en términos matemáticos bastante esclarecedora. Me gusta.

Ya sé que no querías convencer Alan Elías, pero lo conseguiste. Parte de eso mismo trataba de decir allá: que uno siempre compara, porque las diferencias existen y "el que sean diferentes no implica que no puedan ser semejantes".


Mjú. Y nada de esto tiene que ver con que la amistad o cualquier otro tipo de relación afectiva sea o no mesurable.

***

Ah, Marion, de nada por lo de seguirte. Gracias a ti también.

¡Me encanta discutir contigo en blogs ajenos, Alan Elías!

Alan Elías dijo...

Tienes razón, Rosigerante: nada tiene que ver con que la amistad o cualquier otro tipo de relación afectiva sea o no mensurable. Ese no es el punto.

Decir "El que sean diferentes no implica que no puedan ser semejantes" implica que se está suponiendo una mensurabilidad, pues “diferente” y “semejante” implican comparaciones.

Esto no es lo mismo que decir que una relación afectiva es realmente mensurable. Lo único que tú quieres decir es: “el ser humano siempre compara, sea esto válido y posible o no”. Lo único que yo quise decir fue: “en caso de que la comparación fuera válida y posible, podría seguir esto…”

¡A mí también me encanta discutir contigo en blogs ajenos, Rosigerante! Creo que ya tenemos callo haciendo esto o algo similar en otros sitios, como en el blog del Discapacitado Social (me encanta decirlo sin culpa), por ejemplo, y en el de alguien más, pero no recuerdo de quién. ¿Habrá sido en el de JUAN JES? También yo hice lo mismo en tu blog con alguien más, era una discusión respecto a la universalidad de los valores. Por cierto, esa persona ya nunca me respondió, o al menos no en esa entrada…

Marion Cobretti dijo...

Hola de nuevo Alan y Rosigerante:
Me encanta esto de discutir, es verdad lo que dice Rosigerante, discutir no es lo mismo que pelear. Pelear, incluso exterminar es la última alternativa y sólo lo hago cuando la seguridad nacional está en juego, pero como dice la señora un comercial viejito: "esa es otra historia"
(jejejej -sonrisa macabra-)

Me gusta discutir, compartir y contrastar ideas con ustedes. Espero que se vayan uniendo más personas a la pandilla. Rosigerante ya me ofreció su amistad y ahora ofrezco la mía a ti Alan. Alan me gusta que no sientas culpa al decir que tienes la costumbre de discutir en blogs ajenos, este ya no es ajeno, eres bienvenido. Ustedes me recuerdan a unos amigos y yo cuando nos metimos a cantar la fiesta de 15 años de una completa desconocida. Nadie nos conocía pero nos trataron muy bien porque pensaron que estábamos haciendo nuestro trabajo y después no puedo decir nada porque el tequila empañó mi memoria y lo mejor de todo es que no siento culpa.

Alan, entendí bien que tu intención no era convencerme, no lo hiciste del todo y si lo hubieras logrado tampoco eso me hubiera ofendido, sino todo lo contrario. Me halaga que tú y Rosigerante escriban aquí. Noto que aquí han surgido al menos dos puntos en común:

- La necesidad de comparación, ya sea estricta o no.
- Los estandares que tal comparación cambian con el tiempo y/o circunstancias.

Como dice Rosigerante, uno siempre busca personas con cierto parecido o afinidad lo mismo que nosotros. Aunque la amistad con gente que es muy diferente no está descartada, normalmente no es fácil lograrla.

A propósito de mensurabilidad, casualmente un amigo (que no es muy dado al Internet) y yo, hace poco estábamos charlando sobre si la psicología y otras llamadas “ciencias” sociales son en realidad ciencias. No discutíamos la naturaleza de cada una, sabemos que son de gran valor pero lo que no nos queda claro es su metodología y es precisamente la mensurabilidad su talón de Aquiles.

En fin, como ven son estas charlas las que destapan mi caja de Pandora para dar pie otras entradas.

Saludos y pórtense bien.

Rosigerante dijo...

Hoy ando muy sensible, por eso te voy a decir Marion: yo NUNCA me porto bien (y lo digo decepcionada, más que orgullosa). Pero ése no es el tema, sólo ando escupiendo cosas por donde puedo. Lo siento.

(Además, debo decirte que me han conmovido tus comentarios).

Ahora, voy a lo que nos truje (seguiré como empecé: del final al principio):

-> mi novio es psicólogo (sólo yo que siento aversión hacia esta ciencia puedo estar tan enamorada de alguien que vive de ella); al parecer, todas las ciencias tienen que medir, que probar, que mantener estadísiticas. En el caso de las c. sociales, es algo muy complicado y a veces poco confiable, ya que el ser humano es tan variable e impredecible y a la vez tan lógico... Ajá, sí, el asunto de mi novio viene a colación porque creo que somos la prueba de que los diferentes también se atraen. Claro que también tiene que ver que coincidimos en otros puntos, pero bueno. Les digo, somos tan contradictorios...

-> Divertida anécdota. Y más divertido aún que esta situación te recuerde aquella.

-> Sí, pelear es un último recurso, lo primero es argumentar, plantear, discutir, ya si "la seguridad nacional está en juego", la cosa cambia.

-> Alan Elías: hemos discutido en el blog de Poli sobre las responsabilidades de los hombres; en el de JUAN JES, creo que no; y fue, precisamente el Discapacitado Social (prefiero nomás decirle Disca) el que ya no te respondió...

-> Y sí, creo que has resumido perfectamente las conclusiones: Lo único que tú quieres decir es: “el ser humano siempre compara, sea esto válido y posible o no”. Lo único que yo quise decir fue: “en caso de que la comparación fuera válida y posible, podría seguir esto…”. =D

Y bueno pues, amigos todos ya.
¡Saludos!

Alan Elías dijo...

Gracias por ofrecer tu amistad y tu blog, Marion. Sí, creo que llegamos a algunos acuerdos.

Bueno, yo creo que estoy más de acuerdo con lo de la necesidad y los estándares, pero no sé si lo que dice Rosigerante pueda defenderse siempre. Más abajo les diré por qué.

Respecto a las ciencias sociales, es un tema muy interesante el que planteas, Marion. Y sí, es algo tan complejo que este debate se sigue efectuando hoy en día. Donde más se agudiza la polémica es con las famosas “ciencias humanas”. Hay incluso discusión entre los directivos de las facultades universitarias al momento de querer incluir en sus planes de estudios ese tipo de nombres y conceptos.

Mi postura es esta, y admito que es tomando el tema muy a la ligera: definitivamente las ciencias sociales y las humanas son distintas a las exactas. Al hablar de un componente humano, tenemos que partir de una metodología, y ésta se encuentra justificada de acuerdo a las nociones filosóficas de quienes plantean las metodologías, sean conscientes de esto o no. En todo caso, la metodología de ellas es puesta en duda porque se alejan cada vez más de la lógica y pueden implicar nociones metafísicas o epistemológicas, nociones que contienen mayor cantidad de dogmas o “puntos de partida” o “presuposiciones” (para que no asuste la palabra dogma, pero al fin y al cabo eso son: dogmas, y es imposible que un ser humano no tenga dogmas…) que las ciencias que se apoyan en mayor medida en ella (la lógica), como las matemáticas y la física, por ejemplo.

Ahora, respecto a lo que dice Rosigerante de los criterios para buscar gente similar y también opuesta a nosotros, no me atrevería a decir “siempre buscamos similares” o “siempre opuestos”. No estoy diciendo que ustedes lo digan con una severidad absoluta.

Hace miles de años ya Platón, en su diálogo “Lisis”, disertó respecto a la amistad de esta misma manera: que si los amigos deben ser semejantes o polos opuestos o cómo es que deben de ser las personas para tener amigos. En el transcurso de la conversación, se muestra que Sócrates destruye ambas tesis y otras más. Lo más bello es que el diálogo termina en una aporía, en no saber decir mucho respecto a la amistad.

Creo que tienes razón en cuanto a lo de los otros blogs, Rosigerante. De quien ya me acordé que no me respondió en tu blog fue de un tal Pablo G o algo así. Ya no he podido dar con esa discusión respecto a la universalidad de los valores en tu blog, no sé por qué.

Rosigerante dijo...

Tienes razón Alan Elías. Aquí tá.

Alan Elías dijo...

Gracias... aunque ahora me quedo pensando:

"¿Y luego?

¿Ya qué hago si no contestó?

¿Me quedo hablando solo?

¿Bailo charleston?"

Rosigerante dijo...

¡Que baile, que baile!

Marion Cobretti dijo...

jejej mientras no sea pasito duranguense o reggaeton, yo tambien le entro.
Por cierto Alan, esta pendiente eso de Lisis, no creas que te estoy dando la vuelta, al contrario, estos temas me encantan. Pórtense bien, y Rosigerante, ya no invoques seres perversos. Pórtense bien.

Alan Elías dijo...

Jajaja.

No, no he pensado eso, Marion. Tómense su tiempo. Por cierto, me da gusto porque tanto a Rosigerante como a tí les interesó lo del Lisis. Espero que podamos compartir opiniones.